Ejercicio de shiatsu elemento Metal: para el pulmón y el intestino grueso.

La fase de transformación del metal simboliza el otoño, el repliegue, la estructura y nuestra "conductibilidad". Eso se corresponde con recibir y devolver, con soltar, con la tristeza y la despedida.

Al metal están adscritos los órganos del pulmón y el intestino grueso, así como la nariz y la piel.

Desarrollo del ejercicio

1ª parte:

     Póngase de pie en una postura cómoda, con una separación entre los pies equivalente al ancho de la cadera, de manera que se sienta estable y cómodo. Enlácese los pulgares detrás de la espalda, con los brazos distendidos y el dorso de las manos mirando hacia el cuerpo. Los índices estarán estirados, sin tocarse, y los demás dedos, cerrados en el puño sin hacer fuerza.

 

     Con la siguiente inspiración, dilate el pecho echando primero los hombros hacia atrás; luego tense en dirección al suelo los hombros, los brazos y las manos con los índices estirados. Al mismo tiempo, eche la cabeza hacia atrás tanto como le resulte agradable. Dirija la mirada al cielo con la boca ligeramente abierta. (Esto, que a simple vista parece un poco complicado, resulta un movimiento fluido.) Procure que no se produzca una lordosis: su pelvis ha de permanecer recta.

 

     En esta posición, inspire y espire profundamente, tanto como le resulte agradable. En cada espiración, intente estirar algo más el pecho.

 

     Con la siguiente espiración inclínese lentamente hacia adelante, con los índices señalando al cielo. La cabeza y el tronco han de colgar hacia abajo. Las rodillas seguirán estiradas.

 

     En esta posición, inspire y espire profundamente, tanto como le resulte cómodo. En esta espiración, intente estirar la cabeza y el tronco más hacia abajo, y estirar los hombros, los brazos y las manos más hacia arriba.

 

     Termine la primera parte de este ejercicio enderezándose de nuevo poco a poco con la inspiración, soltando los pulgares y dejando colgar los brazos distendidos junto al cuerpo.

2ª parte:

     La segunda parte del ejercicio consiste en repetir lo mismo, teniendo en cuenta lo siguiente:

 

     Cambie de posición: Si en la primera parte del ejercicio ha enlazado el pulgar derecho por encima del izquierdo, cójase ahora los pulgares al revés. Repita el ejercicio con los pulgares así enlazados.

 

     Concluya el ejercicio enderezándose poco a poco con la inspiración, soltando los pulgares y dejando caer los brazos distendidos junto al cuerpo.

 

Compruebe cómo se encuentra. ¿Qué ha cambiado? ¿Cómo nota los pulgares? ¿Qué siente en el pecho? ¿Ha cambiado su respiración?

 

 

 

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