La fase de transformación del fuego está estrechamente relacionada con nuestro fuego vital; simboliza el verano, el crecimiento y el florecimiento, la alegría, el amor y la convivencia.
Al fuego están adscritos los órganos de la lengua y el lenguaje. Según la concepción china del Tao, en el corazón reside el shen (mente).
Siéntese en el suelo. La columna vertebral ha de estar recta, la cabeza como si fuera una prolongación de la columna, y la mirada dirigida al frente. Junte las plantas de los pies. Acerque los pies lo más posible al cuerpo.
Relaje la región inguinal respirando conscientemente hacia ella y, al mismo tiempo, deje caer las rodillas cada vez más hacia el suelo.
Inclínese hacia adelante con la espalda recta y distendida. Imagínese que de sus codos cuelgan unas pesas que tiran de ellos hacia el suelo, hasta posarse sobre las espinillas. La cabeza debe colgar relajada hacia abajo.
En esta posición, inspire y espire profundamente, hasta donde le resulte cómodo. Con cada inspiración, el aire penetra en la zona comprendida entre los omoplatos; con dada espiración, déjese caer -guiado por los codos- un pco más hacia adelante.
Termine el ejercicio irguiéndose lentamente, hasta que vuelva a estar sentado en la posición de partida. Estire las piernas. Coloque las manos sin hacer fuerza sobre los muslos.
Compruebe cómo se encuentra. ¿Qué ha cambiado? ¿Se ha "ensanchado" la zona de los hombros? ¿Siente la parte interior de los brazos "más viva"? ¿Se ha vuelto más flexible la región inguinal?
Reiki y Shiatsu terapias Barcelona